La sostenibilidad y conectividad de los electrodomésticos son aspectos que favorecen al crecimiento de los hogares inteligentes.
Los «hogares inteligentes» ya no son una tendencia, sino una realidad que avanza a pasos agigantados en nuestro mundo actual. La tecnología aplicada a los electrodomésticos del hogar se ha convertido en una aliada inesperada que no solo facilita la vida de las personas, sino que también contribuye de manera significativa a la preservación del planeta.
Hace tan solo unos años, la idea de que nuestros electrodomésticos, como las neveras, lavadoras, secadoras, aires acondicionados, aspiradoras robot y lavavajillas, pudieran conectarse a Internet para optimizar las tareas cotidianas, reducir el consumo de energía o sugerir rutinas de uso nos parecía un sueño lejano. No obstante, la tecnología ha hecho posible lo impensable.
El aumento en el número de hogares conectados a Internet y la adopción de tecnologías avanzadas, como las que ofrece Samsung en sus dispositivos, permiten a los usuarios controlar una amplia gama de electrodomésticos desde cualquier lugar. Esta capacidad de control remoto ha revolucionado la forma en que vivimos nuestras vidas cotidianas.
La Inteligencia Artificial (IA) ha tenido un papel protagónico en esta transformación. Gracias a la IA, los electrodomésticos son más eficientes en el consumo de energía y tienen la habilidad de aprender de nuestras rutinas de uso. Esto les confiere características únicas que han atraído a los consumidores y han impulsado la adopción de hogares inteligentes.
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Un estudio realizado por Mordor Intelligence revela que el mercado global de hogares inteligentes tenía un valor de US$79.13 mil millones en 2021. Se espera que este mercado alcance los US$313.95 mil millones para el año 2027, con una tasa de crecimiento anual del 25.3% entre 2022 y 2027. Según las estimaciones de Statista, se prevé que para el año 2027, haya unos 25.3 millones de casas inteligentes activas en América Latina.
La sostenibilidad y la eficiencia energética son valores fundamentales en la actualidad. Los consumidores buscan cada vez más un ecosistema de dispositivos para el hogar que sea sostenible y fácil de utilizar. McKinsey & Company proyecta que el mercado global de dispositivos energéticamente eficientes crecerá a una tasa anual del 10% hasta el año 2030, y América Latina se perfila como uno de los principales mercados de expansión, con un crecimiento anual del 14.1%.
Tener un hogar eficiente no solo beneficia al medio ambiente, sino también al bolsillo de los usuarios. La reducción del consumo de energía se traduce en ahorros sustanciales y, al mismo tiempo, mejora la calidad de vida de las personas. Samsung, por ejemplo, utiliza la IA para supervisar y controlar el consumo de energía en el hogar a través de la función SmartThings Energy.
La interactividad y la conectividad inalámbrica son dos pilares fundamentales que favorecen la calidad de vida. La posibilidad de acceder a todo el ecosistema de dispositivos del hogar desde un smartphone o una tablet es un avance que ha revolucionado la forma en que interactuamos con nuestro entorno. La experiencia de esta convergencia se maximiza con herramientas como Samsung SmartThings.
Una vez que los electrodomésticos están conectados a la aplicación, es posible controlarlos desde cualquier lugar y crear automatizaciones basadas en eventos o condiciones específicas. Bixby Routine es una herramienta indispensable que aprende de nuestros patrones de uso y recomienda rutinas de trabajo automatizadas.
Esta evolución confirma la necesidad de que la industria y la tecnología estén alineadas con la misión de contribuir positivamente al desarrollo sostenible del planeta. Mantener nuestros recursos y herramientas limpios y eficientes es fundamental para preservar la calidad de vida de las personas y el bienestar del medio ambiente.
